miércoles, 11 de noviembre de 2015

De dioses y hombres


CIRCE

El padre de Circe es Helios, el sol, y su madre es Perseis, una oceánide. Circe desde muy joven empleó sus poderes contra los hombres y su padre decidió un día prevenirla de su cercana muerte y retirarla así a la isla Eea situada cerca de la costa oeste de Italia. Estuvo a punto de morir ya que cuando se iba a casar con el rey de los sármatas lo intentó envenenar en su propia boda para poder reinar ella sola y el pueblo, lógicamente, entró en cólera y quiso vengarse.

En esta isla Hefesto había construido el palacio de la semidiosa como agradecimiento a Helios que le había salvado de los Gigantes cuando éstos asaltaron el Olimpo. El palacio estaba en el medio de un frondoso y bello bosque, un locus amoenus. También estaba rodeada por todo tipo de animales, desde avestruces hasta leones y lobos. Éstos eran inofensivos ya que eran conscientes de lo que les había ocurrido. En un pasado fueron los enemigos de Circe, ahora víctimas de su poder y de la transformación.

Circe era una hechicera que atraía y encantaba a los marineros que pasaban robándoles sus riquezas y energías y convirtiéndolos en animales con la ayuda de sus pociones mágicas y su varita.

Cuando Ulises y sus compañeros llegaron a la isla, les ordenó que la registraran y recorrieran entera al mando de Euríloco. Circe invitó a todos ellos a un banquete en el que les ofreció alimentos envenenados para después convertirlos en cerdos. Euríloco fue el único que logró escapar y avisó a Ulises. Éste decidió ir a rescatar a su tripulación y en su camino se topó con Hermes, el dios mensajero, que le dijo una manera de salvarse de los hechizos de Circe. Ulises le hizo caso y cogió las hierbas que le permitieron sobrevivir ya que introduciendo estas hierbas en la bebida que le ofreció Circe no lo pudo transformar en animal. Ella se quedó prendada de Ulises ya que pudo sobrevivir a sus hechizos, cosa que muchos hombres no habían conseguido en un pasado. Ulises salvó a sus compañeros obligando a Circe para que volviera a transformarlos en personas y así lo hizo.




El cuadro presentado es una obra de John William Waterhouse creada en el año 1891 y se titula Circe ofreciendo la copa a Odiseo. Pertenece a la escuela pictórica Victoriana dentro del movimiento neoclasicista el cual se interesaba por la cultura clásica. El tema principal de este cuadro es la escena en la que Circe le ofrece a Ulises la copa que contiene veneno para hechizarlo y después poder convertirlo en un animal. Los personajes que aparecen son: Ulises reflejado en el espejo y Circe. También hay un jabalí a los pies de Circe, seguramente una de las víctimas de sus hechizos.



lunes, 19 de octubre de 2015

Mujeres bíblicas

                                    


Naomi entreating Ruth and Orpah to return to the land of Moab, 1795, William Blake 



El cuadro expuesto lo pintó William Blake en 1795 y pertenece al movimiento del Neoclasicismo. Su título orginal es Naomi entreating Ruth and Orpah to return to the land of Moab que en español sería: Noemí suplicando a Rut y a Orfa que volvieran a la tierra de Moab.

El libro de Rut nos cuenta como, unos cien mil años antes de Cristo, una mujer con un gran corazón supo adaptarse al pueblo de Israel.

Durante una etapa de hambruna, Elimélec, un israelita de Belén de Judá tuvo que marcharse a los campos de Moab, situados al otro lado del Mar Muerto. Le acompañó su mujer Noemí, quien tuvo dos hijos. Tras la muerte de Elimélec sus dos hijos se casaron con dos mujeres de allí, Orfa y Rut. Pasaron 10 años y la familia de Noemí murió. Su única compañía era la de sus dos nueras. El hambre había acabado en Belén y Noemí se disponía a volver sola a su pueblo, pidiéndoles antes a sus dos nueras que regresaran con sus respectivas familias y vivieran felices. Orfa volvió con su familia, sin embargo, Rut le fue fiel negándose a dejarla sola y le dijo "tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios". Noemí, agradecida y emocionada por la bondad de Rut, la abrazó con fuerza.

Rut trabajaba duro día a día desgranando la cebada y recogiéndola en el campo de Booz para cubrir sus necesidades y las de Noemí. Booz era pariente del difunto marido de Noemí. Rut resaltó en varias ocasiones lo amable que era Booz con ella proporcionándole unas buenas condiciones de trabajo y preocupándose por ella. Tras un tiempo, Boaz se casó con Rut y, como dice el relato bíblico, “Jehová le concedió a ella concebir, y ella dio a luz un hijo”. Boaz cedió a casarse con ella porque además de que se sentía atraído por la moabita, quería que el nombre del muerto, Elimélec, se levantara sobre su herencia. Su hijo se llamó Obed y fue criado y querido también por Noemí, que lo quiso como si fuera su propio hijo. Éste más tarde sería abuelo del rey David. De esta manera, Rut entró a formar parte del pueblo judío pese a no ser hija de madre judía.

Rut dejó su tierra, su familia y su Dios por fidelidad al Dios de su marido, el cual la acogió en sus brazos por sus constantes muestras de humildad, fidelidad y caridad a lo largo del libro. Es por esto por lo que Dios la premia convirtiéndola en una de las mujeres que marcaron la salvación de los judíos y de los cristianos, ya que su hijo Obed fue el abuelo del rey David y de la descendencia de David, siglos después, nació Jesucristo nuestro Salvador.



Marina Fatuarte


lunes, 12 de octubre de 2015

Bienvenidos

¡Bienvenidos a "A hombros de palabras"! Un blog creado como una actividad complementaria de la clase de Literatura Universal y en el que escribiré, como bien podéis deducir, sobre literatura.

Os preguntaréis por qué se llama así, pero todo tiene su explicación. Newton escribió a Hooke una carta en la que decía "Si he visto más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes" demostrando humildemente como, sin la ayuda de otros científicos no habría podido llegar tan alto. Por lo tanto "estar subido a hombros de gigantes" significa que lo que una persona haya conseguido lograr se debe, en parte, a la aportación que han hecho sus compañeros. Yo he cambiado "gigantes" por "palabras" ya que creo que una de las principales fuentes de conocimiento y sabiduría es el buen uso de la palabra. ¿Y cómo podemos hacer un buen uso de la palabra? Pues muy simple: en primer lugar, adquirir un amplio vocabulario leyendo; y en segundo, saber conectar ideas y conseguir expresarnos con fluidez y así, gracias a las palabras, conseguiremos llegar muy lejos.

Abro este blog citando a una chica de otra época que gracias a los libros pudo escapar de alguna manera de su terrible situación:
"Las personas libres jamás podrán concebir lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados". El diario de Ana Frank, Ana Frank